¿Cómo evitar las ampollas en los pies?
Tener una ampolla en el pie no es grave, pero nunca es agradable. Las ampollas son frecuentes en la práctica de actividades deportivas: el roce repetido y la intensidad del movimiento pueden provocar traumatismos, como las ampollas. Suelen producirse por la fricción repetida del pie contra el calzado o entre los dedos, que rozan entre sí y provocan un calentamiento.
¿Cómo pueden evitarse?
Es importante contar con el calzado y equipamiento adecuados, todos los elementos de confort adaptados a los pies serán un plus, como:
- Calzado que se fusione con tu pie, adaptados al tamaño y la forma de tu pie (estrechos, anchos, etc.). Evitar en la medida de lo posible estrenar calzado en sesiones deportivas intensas y prolongadas.
- Calcetines que se adapten al tipo de pie y deporte. Optar durante las actividades por unos calcetines protectores que evitan rozaduras y ampollas gracias a los refuerzos y las costuras planas.
- Plantillas que proporcionen comodidad, sujeción y estabilidad. Actúan como estabilizadores y permiten sujetar el pie en el calzado, evitan el exceso de presión y la distribuyen con el fin de reducir la sensación de sobrecalentamiento y, por tanto, las ampollas. La comodidad está garantizada.
- Protecciones antiampollas antes del ejercicio que evitarán la formación de ampollas en los pies.
Si eres sensible a las ampollas en la tibia cuando esquías, también puedes utilizar protectores de tibia, que previenen y alivian el dolor por presión, calentamiento, ampollas y quemaduras en las zonas donde la tibia se apoya en la bota de esquí o el snowboard.
¿Cómo curar una ampolla?
Siempre que se forma una ampolla es aconsejable dejar la piel sobre la ampolla. Sin embargo, si la ampolla es dolorosa y está mal situada, puedes perforarla suavemente con una aguja desinfectada. También es importante aplicar después un producto antiséptico y secante. Por último, protege la ampolla con un apósito adecuado.
No todos somos iguales cuando se trata de ampollas y algunas pieles son mucho más sensibles a la fricción que otras. Por eso, más que nunca, prepárate con el equipo y los productos adecuados.