La comodidad de sus pies en el trabajo

The comfort of your feet at work


No solo el deporte puede ser una prueba para tus pies: ¡el trabajo también puede serlo! Zapatos ajustados, pisotones constantes, condiciones difíciles, posiciones incómodas... hay muchas razones para el dolor en los pies.

Las ampollas, la fricción, el sobrecalentamiento y la tendinitis son molestias que pueden convertir tu vida diaria en un verdadero infierno y evitar que seas completamente productivo en tu actividad profesional. La comodidad de tus pies es primordial para tu eficiencia y también para una experiencia laboral placentera.

Aquí hay 10 consejos de expertos de Marie Maligorne, jefa del centro de podología Sidas, que te permitirán despedirte de esos dolores y darle la bienvenida a unos pies cómodos.

CUIDA TUS PIES COMO UN ATLETA

Más que una recomendación, este primer consejo es una instrucción. El pie forma la base de todo: no solo del cuerpo humano, sino también de tu bienestar diario. Así que no hay tal cosa como un "pequeño problema" con el pie. Como un atleta, debes cuidar tus pies y tratar cualquier dolor de inmediato para que no empeore y no interfiera con tu trabajo.

IDENTIFICA LA FUENTE DE TU DOLOR

Hay dos principales tensiones que el trabajo puede ejercer sobre tus pies. La primera es la posición que tu trabajo requiere que mantengas durante todo el día, ya sea una posición muy sedentaria sentada en la oficina, una posición de pie pero estática en los sectores de producción y construcción, o movimiento perpetuo en salud, catering y agricultura. La segunda restricción es material, relacionada con el equipo o uniforme que estás obligado a usar, muy a menudo con zapatos incómodos, ya sean zapatos de seguridad o tacones...

SE CONSCIENTE DE LAS CONSECUENCIAS DEL DOLOR EN LOS PIES

Las consecuencias del dolor deben llevarte a ser aún más vigilante para garantizar que tus pies estén cómodos. Entumecimiento, ampollas, reumatismo, artritis, deformidad de los dedos, tendinitis, rigidez en el arco del pie, dolor articular, etc. El catálogo es extenso. Estas tensiones también pueden "subir" y causar problemas de espalda o rodillas, pero sobre todo traen consigo un mayor riesgo de accidente laboral, menor placer y menor eficiencia ya que estás menos concentrado y más cansado.

No PRIORICES EL ESTILO ANTE LA COMODIDAD

¡Los zapatos favoritos que tienes en tu armario rara vez son los más adecuados para tu trabajo profesional! Tus nuevas zapatillas pueden verse geniales, tus tacones impresionantes y tus mocasines de rara elegancia, pero para trabajar, la comodidad y la seguridad deben tener prioridad sobre la estética.

ELIGE LOS ZAPATOS ADECUADOS PARA TRABAJAR

Como en el deporte, la elección de tus zapatos es esencial. Deben estar adecuados a las presiones que tu trabajo ejerce sobre tus pies (movimiento constante, posición estática...) pero también a las normas establecidas por los convenios colectivos.

Un buen zapato de trabajo es:

  • - El tamaño correcto del zapato.
  • - Un zapato que se ajuste bien. Debe sujetar firmemente tu talón y empeine para evitar micro-fricciones que pueden causar sobrecalentamiento.
  • - Un zapato con un tacón bajo y ancho para mejor equilibrio en tus pies.
  • - Un zapato transpirable, cuyo material y composición respondan a las condiciones de calor y humedad.

(En este sentido, para algunas profesiones, las zapatillas pueden ser un "buen zapato de trabajo").

¿TU SALVACIÓN? ¡PLANTILLAS!

 

¡Las plantillas son tu salvación! Ya sea como prevención o cura, las plantillas son el componente que falta para garantizar la comodidad en el trabajo diario.

Los beneficios de las plantillas son numerosos:

  • - Absorción de impactos gracias al acolchado.
  • - La estabilidad del pie que, cuando está bien sujeto, limita mucho el riesgo de fricción.
  • - Soporte para el arco del pie para reducir la fatiga y, por ende, la tendinitis.
  • - Higiene, porque se pueden lavar después de 8 horas encerradas en tus zapatos.


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NO DESCUIDES LOS CALCETINES

A menudo, nuestra primera reacción es culpar al dolor en los pies a los zapatos. Pero el confort de tus pies depende de un trío ganador de tus zapatos, tus plantillas y tus calcetines. Debes elegirlos según tus condiciones laborales.

SABE CÓMO CUIDARTE

Independientemente de la posición que te imponga tu trabajo, debes aprender a romper la continuidad de esta para descansar tus pies y, en general, tu cuerpo. Si estás sentado en un escritorio, aprovecha tus pausas para moverte tanto como sea posible. Por el contrario, si estás en constante movimiento, ¡aprovecha tu descanso para sentarte!

MANTEN UNA POSTURA ERGUIDA

La posición de trabajo de pie pero estática es sin duda la más restrictiva y perjudicial. De hecho, pones mucha tensión en tus pies sin darte cuenta. Para contrarrestar sus efectos negativos, hay algunos consejos para aprender a mantener una postura correcta, como evitar encorvarse, asegurarse de que tu espacio de trabajo esté a la altura adecuada y donde puedas mantener los músculos abdominales relajados. Para ayudarte, los ejercicios de propiocepción (o cinestesia) pueden ser un muy buen complemento.

PREVENCIÓN Y RECUPERACIÓN

Así como un atleta cuida de sus pies más allá de su tiempo de práctica, tú también debes prestar atención a las medidas de prevención y recuperación.

Para la prevención, piensa en cremas anti-fricción y vendajes de silicona, especialmente si tus zapatos son nuevos.

Para la recuperación, opta por estiramientos y pequeños masajes con un bálsamo regenerador.